Quiero compartir un hecho que no todos saben. El día que descubrí que tenía un embarazo gemelar, me obsesioné y empecé a leer cuanto libro y artículo escrito había respecto al embarazo de múltiples, los cuidados que Yo debía tener y los posibles problemas que pudieran presentarse durante la gestación o el parto.
Navegando por el Internet, encontré un artículo que hacía referencia al Síndrome de Transfusión Feto Fetal (TFF), una complicación grave que ocurre en el 10% a 15% de las gestaciones gemelares (gemelos que comparten una placenta). Uno de los fetos pasa sangre al otro, y en casos graves, el feto que entrega su sangre (donante) desarrolla una anemia severa y el feto transfundido (receptor) recibe tanta sangre que falla su corazón. Sin tratamiento el pronóstico de supervivencia es sólo del 15%.
Desde el momento en que mis gemelos eligieron venir al mundo, lo hicieron estrechamente juntos, compartiendo la placenta y mi atención. Ya se pueden imaginar mi preocupación al relacionar mi embarazo con este Síndrome. Mi ex esposo y el ginecólogo me decían que era una “preocupación sin fundamento”. Nunca estuvieron tan equivocados!
Nadie puede negar que exista el instinto maternal, aquel que nos impulsan a proteger a nuestros hijos. Algo en mi decía que debía poner atención en aquel artículo. Así que me previne: Reposo absoluto los últimos dos meses, obstetra especializado en embarazos múltiples y autoricé que retiren el útero.
Y llego el gran día de mi cesárea, la que fue programada con meses de antelación. Entré a la fría sala de operaciones. Escuche los llantos de Ariel y Samuel, logré contemplarlos por un segundo antes de desmayarme. Lo último que recuerdo fue sentir un frío intenso. Yo estaba perdiendo mucha sangre. Estábamos experimentando los problemas de un parto de múltiples con Síndrome de Transfusión Feto Fetal (TFF).
Cinco horas después, el médico me comunicó que salvó mi útero (su experiencia fue fundamental) y mis gemelos estaban evolucionando en cuidados intensivos. Mis hijos fueron uno de los pocos casos donde sobreviven ambos neonatos. Mi Di´s había sido generoso con nosotros, y casi doce años después, sigo agradecida que ese articulo llegara a mis manos y seguir mi instinto.
Navegando por el Internet, encontré un artículo que hacía referencia al Síndrome de Transfusión Feto Fetal (TFF), una complicación grave que ocurre en el 10% a 15% de las gestaciones gemelares (gemelos que comparten una placenta). Uno de los fetos pasa sangre al otro, y en casos graves, el feto que entrega su sangre (donante) desarrolla una anemia severa y el feto transfundido (receptor) recibe tanta sangre que falla su corazón. Sin tratamiento el pronóstico de supervivencia es sólo del 15%.
Desde el momento en que mis gemelos eligieron venir al mundo, lo hicieron estrechamente juntos, compartiendo la placenta y mi atención. Ya se pueden imaginar mi preocupación al relacionar mi embarazo con este Síndrome. Mi ex esposo y el ginecólogo me decían que era una “preocupación sin fundamento”. Nunca estuvieron tan equivocados!
Nadie puede negar que exista el instinto maternal, aquel que nos impulsan a proteger a nuestros hijos. Algo en mi decía que debía poner atención en aquel artículo. Así que me previne: Reposo absoluto los últimos dos meses, obstetra especializado en embarazos múltiples y autoricé que retiren el útero.
Y llego el gran día de mi cesárea, la que fue programada con meses de antelación. Entré a la fría sala de operaciones. Escuche los llantos de Ariel y Samuel, logré contemplarlos por un segundo antes de desmayarme. Lo último que recuerdo fue sentir un frío intenso. Yo estaba perdiendo mucha sangre. Estábamos experimentando los problemas de un parto de múltiples con Síndrome de Transfusión Feto Fetal (TFF).
Cinco horas después, el médico me comunicó que salvó mi útero (su experiencia fue fundamental) y mis gemelos estaban evolucionando en cuidados intensivos. Mis hijos fueron uno de los pocos casos donde sobreviven ambos neonatos. Mi Di´s había sido generoso con nosotros, y casi doce años después, sigo agradecida que ese articulo llegara a mis manos y seguir mi instinto.
"Mis gemelos son y siempre serán mi milagro de vida".
Que fuerte es el instinto maternal! Que historia.. Me alegro de que todo saliera bien y tengas a tus dos pequeños.. un beso! ;)
ResponderEliminarGracias!!! Doce años después podemos seguir juntos en este mundo, dedicándonos a conocernos cada vez más. Un abrazo y gracias por detenerte a comentar :)
ResponderEliminarcomo una madre nadie para sabee lo que necesitan. A mi me dijeeon que habia abortado y ese fin de semana mis amigos propusieron emborracharnos... yo preferi esperar, y dos dias despues me dijeron que habia sido un error y que el bebe seguia ahi... algo me decia que era mejor esperar. ¿instinto?
ResponderEliminarbesos!
Claro que fue un instinto!!! El ser humano tiene que aprender a aceptar que somos más que lógica y ciencia. Estoy segura que en nuestro entorno hay muchas anécdotas como la tuya y la mía. Gracias por compartir tu experiencia. Un abrazo
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